Si se pidiera al lector que dibujase algo que diera miedo, ¿qué sería? Quedarse atrapado, perder a un ser querido, fracasar en un proyecto… Pocos, muy pocos, pensarían en dibujar a alguien diciendo la verdad. ¡Oh, si, la verdad asusta! Asusta cuando no te atreves a compartirla, cuando expone las debilidades, los errores o las culpas. En todas las películas los monstruos son vencidos, o como mínimo se logra escapar de ellos. De la verdad no se puede hacer ni una cosa ni otra, y esto es lo que hace de ‘’Un Monstruo Viene a Verme’’ una historia aterradoramente realista, cercana, y tan hiriente como el ataque de una bestia.

La novela nos presenta a Connor O’Maley, un adolescente británico, pasando por una etapa que es complicada incluso para los adultos. Debido a esto sufre todas las noches la misma pesadilla, una pesadilla tan horrible que no se atreve a contársela a nadie. Lo que ocurre y lo que hace ahí es algo que solo él sabe. Una noche, un monstruo va a por él, pero no es lo que Connor había esperado. El joven espera un castigo, pero el monstruo tiene un plan mucho más drástico: hacerle decir la verdad.

La narrativa de esta historia es limpia, sin excesivos adornos y pensada para presentar a Connor tal y como es, un chico que está pasando por una época de transición personal que le llega siendo muy joven. Los párrafos esconden los detalles más íntimos de Connor y del corazón de la historia, dejando la miel en los labios del lector. Incluso si la situación del protagonista no le resulta familiar a uno, es imposible soltar el libro, y es que la tormenta de sentimientos encontrados es cautivadora.

La estructura es sencilla y eficaz. Una vez hemos conocido al protagonista y descubierto su situación, el monstruo acude. Anuncia que va a contarle tres historias, y cuando las haya contado, Connor le contará ‘’su’’ historia.

Los encuentros con el monstruo parecen, al principio, fruto de los sueños, pero los encuentros del joven y la criatura cobran cada vez más realismo, trayendo consecuencias palpables para Connor, desde destrozar el salón de su abuela a agredir a un compañero de instituto.Al protagonista le ocurre algo, más tarde se encuentra con el monstruo, quien le hace entrar en una especie de trance. Tras esto el protagonista se enfrenta, cara a cara y sin posibilidad de escapar, con sus actos y con los hechos que le rodean. No le queda más remedio que reflexionar y replantearse cosas… Y aceptar sus propios errores y debilidades. Una vez que hemos conocido las historias del monstruo y el secreto de Connor, llega el emotivo y abierto final del libro. Uno puede imaginar libremente qué futuro le espera a este joven, con aún toda la adolescencia por delante.

Al igual que el monstruo cuenta muchas cosas a Connor, la historia podrá decir muchas cosas al lector. Algunas apelan al público general, como lo que supone tener unos principios o unos ideales, dónde está la justicia o qué cosas son las que consiguen que los demás reparen en nuestra existencia. Si la historia de Connor es similar a alguna vivencia personal, entonces el desarrollo del personaje y cómo este se enfrenta a su verdad más íntima, supone, sin ninguna duda, un duro golpe emocional.

Inteligente, creativa, tierna y emotiva, esta obra de Patrick Ness (quien además escribió el guión de la adaptación al cine, la cual está muy recomendada) no dejará indiferente a nadie. Su poder es tremendo, y tal como dice su monstruo:‘’Las historias son criaturas salvajes. Cuando las sueltas, ¿quién sabe los desastres que pueden causar?’’.

Este monstruo puede dar un duro golpe a aquellos que hayan pasado por una situación similar a la de Connor, una situación que, por desgracia, es bastante habitual. El impacto emocional tiene fuerza de sobra para hacernos soltar el libro y empezar a llorar. Tal vez sea inteligente elegir el momento adecuado para ir conocer al monstruo y que este, con sus poderosos puños, no nos destroce aún más de lo que podría hacerlo. La verdad duele… pero también cura.